De casas antiguas, de sitios históricos, de barrios o hasta de cúpulas. Instagram vive un gran momento para los fanáticos de la arquitectura y el urbanismo, con cada vez más cuentas que se centran en mostrar los rincones más lindos y curiosos de la ciudad de Buenos Aires, cada uno con su particularidad.
En este mundo de creadores de contenidos conviven dos tipos de perfiles: los macro y los microinfluencers. Como su nombre lo dice, hay quienes acumulan cientos y cientos de seguidores y se dedican full time a la bella profesión de fotografiar las calles porteñas. Pero hay otros, que tal vez cuentan con menos fanáticos y que trabajan por amor al arte y, en este caso, por amor a Buenos Aires.
En cualquier caso, entre todos están generando un movimiento único que resuena no solo entre los vecinos de la ciudad, sino que trasciende provincias y fronteras internacionales. Son estos creadores de contenido los encargados de hacer un registro único del patrimonio, de destacar su valor y de posicionarlo entre turistas de todas partes del mundo.
Hablamos con tres de ellos y nos contaron algunos secretos detrás de la profesión que nos tiene enamorados de la pantalla:
Puertas, ventanas, frentes y ochavas. Lo más lindo de la cuenta administrada por Ignacio Nicolás Berardi es que en sus fotos conviven todos los estilos que hacen tan interesante y ecléctica a Buenos Aires: desde casas estilo Tudor en Núñez hasta el más moderno racionalismo en Retiro e, incluso, edificios de oficinas en Puerto Madero.
Berardi, de 26 años, empezó sacando fotos por hobby en 2018 con su celular, hasta que decidió plasmarlas en una cuenta de Instagram. Al principio, sus seguidores eran familiares y amigos, pero en cuanto empezó a relacionarse con otros miembros de esta comunidad instagrammer los likes comenzaron a llover y hoy acumula más de 31.000 seguidores en su cuenta que ya superó las 2000 publicaciones.
“Me preguntaban lugares para visitar, recomendaciones… y le empecé a mandar con todo. Nunca pagué publicidad porque era un hobby. Hasta que a fines de 2019 tuve un aumento de seguidores grande y con la cuarentena ni hablar, porque tenía muchísimas fotos de archivo y pude seguir subiendo”, relata Berardi, residente de Caballito, que se declara fanático del barrio.
“El objetivo de la cuenta era tener un lugar donde mostrar mis fotos, difundir el patrimonio e intercambiar conocimiento. A mí me encanta leer, pongo datos que encuentro, pero muchos me comentan con más información y se genera un intercambio espectacular”.
Gracias al proyecto, Berardi caminó todos los barrios porteños y entró a más de 100 edificios, algunos de libre acceso y otros privados, invitado por los dueños. “Creo que con la facilidad que tenemos hoy con los dispositivos es clave para que crezcan este tipo de cuentas. Y te sentís bien cuando la gente aprecia tus fotos. También, creo que en el último tiempo los cambios tan drásticos que se están dando en los barrios motiva a la gente a mostrar lo lindo de cada uno”, opina.
A punto de recibirse de administrador hotelero, asegura que todo su conocimiento sobre el mundo de la arquitectura es autodidacta. Mientras que aprendió fotografía gracias a algunos cursos y hoy sigue sacando la mayoría de sus fotos con celular. A su vez, gracias a la cuenta, surgieron algunos trabajos de fotografía, un vertical que llegó casi sin buscarlo y le permite monetizar la cuenta.
“Tengo un cariño especial por Caballito, por supuesto, pero también me gustan mucho los barrios del sur: La Boca, Barracas, Constitución o San Cristóbal, conservan cuadras enteras con casas intactas, cosa que no ves en Belgrano, por ejemplo”, menciona a la hora de elegir zonas para recorrer.
Para los que desean encontrar joyas ocultas recomienda especialmente el barrio de Flores. “La zona del casco histórico, desde la plaza de Carabobo hasta Nazca, caminando por Rivadavia y las calles aldeanas, hay un montón de casonas que se conservaron”, apunta.
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La familia real de Instagram tiene a la máxima exponente de las cúpulas. Adriana Cichero es la reina de los que miran para arriba. Todo empezó con un club de lectura. Cichero formaba parte de un grupo que leía los libros de ficción histórica de Florencia Bonelli y, como trabajaba en el Centro, se dedicaba a buscar los lugares donde transcurrían las historias para sacarles fotos.
Con eso se despertó su pasión por la fotografía y se transformó en una turista en la ciudad, al descubrir nuevos lugares y hacer fotos. “La cuenta tenía primero mi nombre y hace un año le puse la Reina de las Cúpulas porque son mi debilidad y una amiga me bautizó así”, relata la instagrammer que es tan fanática de las cúpulas que empezó a hacer un censo de todas las que hay en la ciudad y que pronto estará disponible para encontrarlas en Google Maps.
“Cuando era chica iba mucho a la Plaza del Congreso a visitar a una tía que vivía cerca. Ver esas cúpulas para mí era como estar de viaje, sentía que estaba en otro mundo. Fue mi primer amor inconsciente por las cúpulas”, recuerda la que ahora trabaja como administrativa en una empresa, pero de a poco encuentra formas de monetizar su cuenta.
Recientemente lanzó una serie de encuentros para tomar el té en el edificio Otto Wulff – con profesora de historia incluida para saber más sobre las construcciones de la zona – para los que ya hay lista de espera para asistir.
“Hay cuentas que hicieron un camino de empezar a mirar Buenos Aires y valorarlo, como BuenosAires.ar de Tincho Hernández, una de las cuentas que empezó a inspirarnos ese amor por la ciudad y de ahí empezaron a salir otras cuentas desde distintos lados: desde lo turístico, lo recreativo o los que vamos por el lado del patrimonio. Cada uno con su nicho”, menciona la creadora de contenidos que ahora sueña con hacer un libro propio.
Por último, aunque le resulta difícil elegir, deja su top tres de cúpulas favoritas. En primer lugar la del Congreso de la Nación, la más majestuosa. En segundo, la del Palacio Barolo y, por último, la del edificio del Molino, recientemente restaurada.
La cuenta de Andrea Grevex lleva su nombre y no es extraño porque cada foto en su feed tiene su impronta. Con una composición prolija y tonos pasteles, las imágenes parecen salidas de un cuento.
Esta administradora hotelera que ahora está sin trabajo, arma meticulosamente sus recorridos y viaja desde Olivos hasta los distintos puntos de la Capital Federal para hacer fotos. Sus momentos preferidos son los domingos a la mañana, cuando la ciudad está más tranquila: “Es mi cable a tierra. En la semana me armo el recorrido y arranco desde las 7am y termino al mediodía. Hay tantas cosas lindas en Buenos Aires que hay que armarse recorridas. Por ejemplo, en octubre hay que ir a calles específicas para buscar los lapachos”, comenta.
Andrea fue una de las pioneras en la materia. Empezó en 2015 y de forma autodidacta, cuando se organizaban los primeros Insta Meets.
“Es constancia y tener un estilo propio. Me costó un montón llegar a donde estoy y lo difícil es mantenerse. Pero creo que es tener un estilo y mostrar lo lindo de la ciudad”, dice quien acumula seguidores de todas partes del mapa, incluso tiene un gran núcleo de fanáticos brasileños que la buscan para visitar lugares que no aparecen en las típicas guías de turismo.
“Damos difusión a parte de nuestro patrimonio. Nos ocupamos de eso y damos una mano para que la gente lo conozca. Somos como un complemento del turismo de Buenos Aires”, opina.
Sin embargo, menciona que en las redes sociales también se encuentra con comentarios negativos, pero que sabe que son las reglas del juego. “Te tenés que aguantar muchas cosas y a veces te dan ganas de dejar todo”, admite.
Para quienes se quieran largar a explorar recomienda armar recorridos teniendo en cuenta la época del año. Por ejemplo, en noviembre, empiezan a florecer los jacarandás y es una buena excusa para recorrer zonas como la Avenida Figueroa Alcorta, menciona que primero es bueno usar el Street View de Google para anotar lugares pendientes.
“Hay lugares muy lindos que uno no conoce. Por ejemplo, el otro día descubrí el barrio River, que no lo conocía y lo tengo muy cerca”, describe.
“Buenos Aires es de las ciudades más instagrammeables, porque hasta el subte es lindo para sacar fotos. Y cada vez hay más cuentas porque es la ciudad que se vive día a día. Siempre hay una foto en la ciudad”, concluye.
Por: Eugenia Iglesias.
Imagen principal: Gentileza Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires: travel.buenosaires.gob.ar
