La cocina es uno de los espacios más importantes de la casa y, por lo general, también es uno de los más reducidos. En la cocina cada metro cuadrado importa, por ello vamos a revisar algunos trucos e ideas para hacerla un poco más grande y así sacar provecho de nuestro espacio.
Organización de espacios
Una cocina organizada es garantía de amplitud visual, por eso, cuanto más espacio de almacenamiento tenga tu cocina, más grande va a parecer, ya que no habrá utensilios ni elementos ocupando espacio. Si el techo no es demasiado alto, es una buena idea que las alacenas ocupen la mayor parte del espacio superior. También puede resultar una buena idea colocar un organizador en la puerta de la cocina, y así aprovechar ese espacio perdido.
Geometría
Un piso geométrico puede ayudar mucho a tu cocina, en especial si es alargada. Lo importante es que el dibujo se oriente hacia el largo de la cocina, para brindar sensación de continuidad.
Colores y texturas
Frente a una cocina reducida es fundamental la utilización de colores claros. Si no querés caer en el blanco inmaculado, podés optar por otros colores claros o neutros, muy combinables entre sí. A la hora de las texturas, las superficies lisas y brillantes son la primera opción, ya que multiplicarán la luminosidad.
Iluminación
Y justamente queremos multiplicar la luz, porque agranda los espacios. Además de la luz natural que pueda inundar tu cocina durante el día, es importante que instales una adecuada iluminación artificial. Una buena opción es colocar una luz fuerte que ilumine todo el espacio, y a la vez, dicroicas o spots dirigidos a los lugares de trabajo (mesada, electrodomésticos, bacha, etc.).
La mesada – barra
Una solución muy utilizada en cocinas pequeñas y abiertas, es la mesada integrada con una barra. No sólo vas a tener un amplio espacio de trabajo, si no que vas a aportar continuidad visual a tu cocina (y ganás espacio de almacenamiento debajo de la barra).
Soluciones extremas
Si tu cocina es demasiado chica, seguramente vas a elegir los clásicos electrodomésticos blancos. Pero hay opciones más extremas: ¿te animás a pintar tus electrodomésticos para que toda tu cocina quede en un solo tono? ¿Y cómo quedaría tu casa al voltear esa pared que separa la cocina del comedor? Las cocinas integradas al comedor no sólo ganan en luminosidad, también facilitan el tránsito y la integración con la familia. Para delimitar los espacios podés usar pisos de diferentes colores, texturas o materiales.
Fuente: http://www.habitissimo.com.ar/