Desde concept stores hasta cafeterías de especialidad, los brokers ponen a trabajar la imaginación para que el proceso de compra-venta sea creativo y seguro.
Comprar y vender ya no es lo que era y eso se refleja en el mundo inmobiliario. La transacción se transformó en una experiencia, donde el vendedor se tiene que esforzar el doble para diferenciarse de la competencia y brindar un servicio completo, especialmente en un contexto de crisis. Por eso, varios ya pusieron a trabajar su imaginación y ofrecen propuestas innovadoras.
Las oficinas y espacios de atención al público también se transformaron para convertirse en concept stores donde recibir a los posibles compradores y transmitirles una sensación de bienvenida y confianza: ya son varios los brokers que dan el recibimiento con un café de especialidad, en salas modernas que mezclan desde espacios de coworking hasta piezas de arte.
La pata digital es la otra pieza fundamental de esta experiencia. Todo empieza en las redes sociales y plataformas, en las que los brokers se vuelven en verdaderos protagonistas y muestran –de forma creativa y profesional- sus productos de la mano de fotógrafos, especialistas en video, marketing digital y creación de contenidos.
Las propuestas se superan proyecto tras proyecto. Uno de los casos más interesantes que se vieron en el mercado recientemente es el de Baigun y su “Café de obra”, un nuevo concepto de showroom creado y diseñado especialmente para recibir a los clientes e inversores de la mano de la gastronomía.
La idea fue pensada para la venta de uno de los desarrollos de HOM Group Desarrollos Urbanos que se construirá en Julián Álvarez y Santa Fe. En esa misma esquina, y hasta que el edificio antiguo se demuela, los brokers aprovecharon a montar este espacio pensado para recibir clientes con una vuelta de tuerca.
Convocaron a la cafetería Martinelli Obrador para que montara una tienda temporal ahí mismo, y al lado funciona el espacio inmobiliario para recibir clientes. Es un win-win: la cafetería atiende al público que pasa por una de las esquinas más concurridas de Palermo de forma independiente y, a la vez, sirve delicias a los interesados en el desarrollo, mientras que los brokers pueden mostrar el proyecto en un ambiente distinto y la marca se muestra a todos los que cruzan por la puerta.
“Hay una estrategia de tratar de evolucionar y sorprender siempre al mercado en general. En nuestro caso con un emprendimiento de pozo, que no existe, vos en realidad vendes una idea de lo que va a ser. Tomamos la iniciativa de tratar de que el público que se acerque se sienta en el lugar como si el departamento ya existiese. Es importante brindar confianza y hacer real lo que todavía no existe”, explica Adrián Milberg, director de desarrollo de negocios de Baigun.
Para el experto, la propuesta superó sus expectativas. “La gente descubre que va a haber una obra y el que viene a ver ya está en un ambiente más distendido. Bajamos las dudas y el estrés. En una venta el clima y la energía que se vive son muy importantes”, asegura y menciona que es una idea que piensan replicar en futuros desarrollos.
Milberg recomienda “no ahorrar en esfuerzos de creatividad” y luego de siete meses de cafetería abierta asegura que el pop-up cerrará sus puertas cuando empiece la demolición, seguramente en el mes de septiembre. “Esta tendencia nos atraviesa a todos. En la calle vemos cómo nos gusta que nos atiendan y nos valoren, tanto nuestro tiempo y nuestro dinero. Un cliente satisfecho es una infinidad de posibilidades de recomendación y no hay mejor vendedor que un cliente satisfecho. Es más importante que nunca y las empresas que lo entienden, sobre todo en épocas de crisis, son las que tienen éxito”, agrega quien mide el éxito no solo a través del impacto directo en las ventas del proyecto, sino en la estrategia de branding que se generó con la presencia de marca en esa esquina.
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Nuevos conceptos
Otra inmobiliaria que apostó por la creatividad fue Bresson Realty & Lifestyle. Un ejemplo de ello es la campaña que comenzaron hace cinco años llamada “Tu casa es portada de revista”, a partir de la cual todas las propiedades que ingresan en venta se presentan en las redes sociales y en su vidriera de Callao y Alvear con su mejor foto diseñada en un estilo que recrea la publicación de una revista de interiores. “Eso llama la atención de los clientes y genera una gran visibilidad en el lanzamiento de cada propiedad. Pero para hacer esa foto hubo que ordenar ese ambiente, que llevar un gran fotógrafo, que diseñar el texto sobre la foto, elegir su título…. Aunque sea algo muy simple y principalmente lúdico, es muy simbólico de la forma de trabajar. Ese primer detalle, de una larga cadena de acciones y trabajos que se harán con esa propiedad, refleja que para nuestro equipo cada inmueble es presentado como único”, menciona Francisco Villamayor, fundador de la firma.
Para el experto, poner en venta un inmueble no es sumar un producto más en una vitrina. “Es un movimiento económico trascendente, con cientos de aspectos legales, contables, estéticos y psicológicos que lo atraviesan durante el proceso. Este es para mí nuestro principal diferencial”, dice.
El mercado inmobiliario argentino, asegura, es muy competitivo y eso es lo que los llevó a pensar nuevos formatos. “Existen miles de agencias pequeñas que ofrecen sus servicios con muy pocas cuadras de diferencia y desde hace una década también existen grandes cadenas internacionales que se han expandido fuertemente por toda la ciudad. Si uno quiere que alguien te elija para vender su propiedad, que es lo más importante que posee en bienes materiales, no hay duda de que hay que ofrecerle un servicio diferente que justifique esa elección. Nosotros desde el nacimiento de la empresa intentamos diferenciarnos”, explica el creador de la inmobiliaria que además funciona como concept store, con un espacio de 700m2 en Recoleta donde en sus oficinas conviven con un restaurante y una galería de arte abiertos al público, así como un espacio de eventos sociales y corporativos. “La cantidad de gente que participa de nuestras actividades le da una vida y un movimiento a nuestra empresa completamente diferente al que podrían ofrecer tanto una pequeña agencia de barrio o una gran cadena. Respetamos enormemente el trabajo de nuestros colegas pero intentamos diferenciarnos constantemente y ser los mejores”, apunta Villamayor y menciona que replican ideas también en el mundo digital, con el envío de su newsletter cultural llamado “Viví Buenos Aires, los imperdibles del finde” que llega a 30.000 suscriptores.
Según su visión, esto es solo el comienzo de un proceso de cambio de todo el sector. “Va a cambiar mucho. En Argentina como en todo el mundo. Y fundamentalmente por la incorporación constante de tecnología. La tecnología ha cambiado todo, nos guste más o nos guste menos, todos tenemos un teléfono en el bolsillo y le dedicamos a él la mayor parte de las horas de nuestro día. Ahora bien, eso puede ser una amenaza o una oportunidad. Si nuestro cliente está leyendo nuestro newsletter, si está chateando con un bróker para agendar una próxima visita o si está viendo nuestras propiedades en una red social, este teléfono será nuestro aliado”, explica. “Si por el contrario nos quedamos afuera del nuevo mundo y las aplicaciones dejan afuera al profesional habremos perdido valor. Yo creo firmemente que la tecnología es más una oportunidad que una amenaza. Comprar o vender un inmueble es una acción con mucho impacto para ambas partes y no veo en el corto plazo una prescindencia de un profesional para acompañar ese proceso. No conocemos el futuro, pero al menos en el corto y mediano plazo las personas siguen siendo imprescindibles y la tecnología no es otra cosa que una nueva forma de comunicarse entre personas”, concluye.
Por: Eugenia Iglesias
Imagen principal: Freepik