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El segundo Día Internacional de los Museos puertas adentro y sin poder visitarlos. Desde dónde repensar las actividades y los espacios a partir del nuevo contexto que pone a la virtualidad como única alternativa. 

Su conmemoración inició con el objetivo de  reconocer estas instituciones como centros fundamentales para el intercambio, enriquecimiento y comprensión cultural. Los museos como testigos del pasado y protectores de la historia para las generaciones venideras tienen un rol fundamental además en la educación y la democratización, en la inspiración y la creatividad.

Los museos venían afrontando un gran desafío frente a los avances del mundo digital, sus estructuras progresivamente se vieron obligadas a fomentar espacios para fotos instagrammeables e instalaciones interactivas que cautivaran a la juventud y se aggiornaran y complementaran con el mundo digital. Sin embargo, el estallido del 2020 exponenció a otro nivel la necesidad urgente de contar con otros espacios y formatos, esta vez, no físicos. Lo que antes era una opción, hoy es la norma. 

La asistencia durante el año pasado disminuyó en un 70% y los ingresos se redujeron entre un 40% y un 60% en comparación al 2019, según un informe de la UNESCO.

En plena pandemia aparecieron distintas actividades y propuestas que fueron una salida de emergencia. La imposibilidad de abrir las puertas, tener visitas guiadas y montar exhibiciones abrió un abanico de oportunidades que en su momento fueron salvavidas, pero que pueden transformarse en las formas de consumo del mañana.

En el MALBA, por ejemplo, se proyectaron películas en su ciclo Malba Cine, entrevistaron a autores extranjeros seleccionados para la Residencia de Escritores Malba y realizaron un ciclo de videos en instagram que llamaron “Hable con ella”, hasta el día de hoy vigente, donde  artistas contemporáneos eligen una obra para hablar de ella de un modo personal y piensan cómo puede influir y reconfigurar el presente. Por su parte, el MACBA propuso numerosos cursos y un segmento que se llama “Diálogos en vivo”, que aborda charlas de artistas de la colección, curadores y distintas personalidades y “Retratos en movimiento”, videos de los artistas argentinos de la colección que cuentan de su trayectoria, su proceso, sus materiales, abordan la obra en sí.“

Museo, ¿virtual?

El vínculo museo-mundo digital no en todos los casos estaba avanzado ni establecido en el momento en que comenzó la pandemia. Según cuenta Guadalupe Requena, directora de comunicación y relaciones instituciones del Malba, por ejemplo, trabajan con esta dimensión desde el año 2008 “con una presencia activa y sostenida en las redes sociales, página web y con diferentes proyectos online”. Eso fue lo que les permitió construir la comunidad que gira en torno al museo hace tiempo y que reconocen como “la parte activa también en la (co) creación de los contenidos”. En este sentido, la pandemia potenció, amplió y reforzó el proceso y la presencia online que estaba en construcción hace más de una década. 

En el caso del MACBA fue este contexto el que permitió abrir nuevos canales. “Nos enfocábamos en lo que son las redes, pero de manera más lateral, complementaria”, explica Margarita Cerquetti de la administración del MACBA e indica que el fuerte era lo presencial, ya sea en talleres para niños, visitas a escuelas o debates en el auditorio. “El mundo digital era un acompañamiento, una puerta de entrada para el punto masivo, pero el contacto era presencial”, reafirma.

En muchos casos, poder conocer colecciones de museos internacionales, como así también, poder ampliar la llegada de los nacionales hacia distintas partes del mundo a través de la utilización de los tours virtuales fue una novedad que hasta antes del estallido del COVID-19 no se contemplaba como opción de consumo y hoy es imprescindible. De todas formas, el museo tiene un aura que hace a la experiencia de observación, deleite y consumo que todavía no pudo ser igualada por medios virtuales.

“Citando a Walter Benjamín, y lo que sigue siendo cierto al dia de hoy, la reproducción de una obra, no es la obra misma, por lo menos sensorialmente. Uno aprende a vincularse de otra manera con los espacios”, sostiene Cerquetti sobre la imposibilidad de vivir la experiencia de observación ante las obras. Requena coincide y afirma: “El objetivo no es reemplazar la experiencia individual e intransferible del encuentro presencial con las obras, sino propiciar la creación de un espacio de encuentro, participación y aprendizaje en torno al acervo del museo, las exposiciones y las diferentes actividades”.

Desde el Consejo Internacional de Museos, se promovió la digitalización de catálogos, la organización de eventos y recorridos virtuales a través de las redes sociales, la creación hilos de twitter, podcasts y concursos. Compartir y experimentar con los visitantes siguen siendo los ejes aunque ahora, de manera online. “El punto de partida para pensar la reinvención de los museos es ponerse en el lugar de sus visitantes o audiencias, para desarrollar una programación desde sus necesidades y expectativas, teniendo en cuenta también las urgencias y temas relevantes de cada contexto”, analiza Requena.

Varios países lograron reabrir las puertas durante algunos meses cumpliendo un estricto protocolo regido por la distancia, el uso del barbijo y la sanitización, que además contempla el pedido de turnos y la compra de tickets online para evitar la aglomeración de personas. En Argentina, la reapertura ocurrió en octubre, pero ante el aumento de casos de los últimos meses otra vez el museo se desarrolla puertas adentro y a través de los dispositivos.

La pandemia a pesar de todo, funcionó como un puntapié para repensar el museo. 

Imagen principal: Gentileza Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires: travel.buenosaires.gob.ar

Por: Mora Violante.

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