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Bernardita Siutti junta miles de seguidores alrededor de una causa: lograr que las reparaciones y trabajos de albañilería estén al alcance de todos. 

Bernardita Siutti logró algo casi impensado: hacerle a la albañilería un lugar en los feeds de Instagram de miles de personas (440.000 para ser exactos, y contando…). 

Sí, en medio de las influencers de moda, los paisajes perfectos y las fotos de los brunch de Palermo, Mami Albañil –como se la conoce en redes– logra instalar tutoriales para conectar un lavarropas o hasta techos llenos de manchas de humedad. Sus contenidos no son para nada perfectos y eso, tal vez, sea el elemento que cautiva a sus seguidores. Porque si ella puede, ¿por qué yo no?

Pero esta divulgadora del do it yourself no siempre estuvo cerca del mundo de la construcción. De hecho, antes tuvo una gran variedad de trabajos: estudió publicidad, cocina, vendió ropa importada, estampó remeras, trabajó en una productora y armó su propia empresa de locaciones, con la que se dedicaba a alquilar casas para cine y publicidad. 

¿Cómo terminó, entonces, dedicándose a dar consejos sobre pinturas o herramientas? Un poco por casualidad, otro poco por oportunidad. Hace unos años se mudó junto a su familia a su casa actual, que necesitaba varias reparaciones y restauraciones. Todo eso implicaba un gran presupuesto y, sobre todo, paciencia para coordinar con los proveedores, cosa que Siutti no tenía. Así que se decidió a poner manos a la obra. Su gran desafío fue el piso de la habitación de sus hijas – Elena, Amelia e Inés -, que instaló gracias a un tutorial en YouTube sobre microcemento. 

Con esa victoria conseguida, siguió con el borde de la pileta y de ahí en más no paró. Como trabajaba desde su casa, tenía tiempo para dedicarse a todas estas tareas y lo que empezó como un chiste se convirtió en una profesión a tiempo completo. Enfundada con su clásico mameluco, sus tutoriales son un éxito para esta nueva fórmula de comunicación sobre el “hágalo usted mismo” que hoy nos recuerdan un poco a lo que fue el bricolaje de Utilísima, pero con un twist adaptado al lenguaje de redes. 

“Fue medio paulatino, pero cuando vi que no podía hacer las dos cosas a la vez – mi trabajo con mi empresa y la cuenta -, me lancé definitivamente. Veía que las marcas me llamaban, vi que del otro lado veían que estaba bueno y me la empecé a creer.  Al principio no me lo tomaba en serio”, recuerda Siutti en diálogo con Zonaprop Noticias.

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Y en este rubro, a veces tan difícil de comunicar, encontró al humor como principal aliado. “Siempre renegué de los típicos videos explicativos”, admite. “Yo me río mucho de mí misma, no me molesta hacer papelones. La lata de pintura o la pared con humedad son un espanto para redes, entonces con el humor funciona”, explica. Menciona que dar con ese tono no fue difícil porque lo llevaba en su personalidad, pero, a la vez, le llevó un proceso animarse: “Yo siempre fui muy el payaso de la clase, pero al principio me costó, hasta que perdí la vergüenza”. 

Al principio, dedicó mucho tiempo a hacer tutoriales de tareas complejas, hasta que se dio cuenta de que lo que realmente necesitaba su público (compuesto más del 90% por mujeres) eran videos cortos sobre pequeños arreglos. ¿El más visto? La explicación sobre cómo cambiar el famoso cuerito de la canilla. “Son cosas que si alguien viene a hacerlas te sale carísimo. Y no es que le hago bullying al rubro, pero capaz sirve para la que por ahí no tiene la plata o quiere hacerlo sola”, asegura.

Su momento preferido llega algunas semanas después de posteado el video, cuando recibe cientos de menciones donde sus seguidoras muestran cómo ponen en práctica sus consejos. “Cuando subo un tutorial la gente se muestra súper agradecida y para mí lo más lindo es cuando me empiezan a etiquetar en las cosas que hicieron. Es la mejor devolución y está buenísimo, me llena de orgullo”.

En 2019 sacó su libro “Mami Albañil: Guía práctica para enchularlo todo”, editado por Planeta, donde reúne sus más requeridos tutoriales, con explicaciones, fotos paso a paso y muchos #MamiTips para que todo salga “armostro”, como dice ella. También, incluye un “Diccionario ferretero” para que los lectores puedan dirigirse confiados a la ferretería amiga sin tener que recurrir al famoso “cosito del cosito”.

Ahora, además, está trabajando en un proyecto solidario junto a Santi Maratea para recuperar un refugio incendiado que rescata animales de la calle en Adrogué.

Por: Eugenia Iglesias.

Imagen principal: Gentileza Mami Albañil

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One Comment

  • Silvia Demarchi dice:

    Hablando de alquileres tengo una hermosa oficina en Peru al 300 con 50 metros cubiertos y un patio de 20 metros , baño en la misma y archivo. En los pasillos existen baños y cocina para uso de los consorcistas quisiera saber como puedo hacer para alquilarla esta en el orden de los 45.000 pesos mas gastos y cuanto seria el precio de la colocacion de avisos desde ya espero su respuesta.

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