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Los estilos arquitectónicos que conviven en Buenos Aires nos permiten saber más sobre la historia y evolución de la ciudad. Los edificios y monumentos que responden a distintas tendencias conforman un patrimonio urbano único y configuran una ciudad de una riqueza cultural extraordinaria y diversa.

El estilo de la ciudad de Buenos Aires es difícil de definir. Para poder entender su arquitectura es necesario repasar las distintas épocas que la marcaron. “La variedad de estilos de Buenos Aires no la ves en otros lados, en el resto de Latinoamérica es más mechado, acá la regla es la eclecticidad de estilos”, dice Iuri Izrastzoff, director de Marketing y Comunicación de la inmobiliaria del mismo nombre.

Cada barrio de Buenos Aires cuenta una historia única a través de su arquitectura. Sin embargo, para aquellos que se desempeñan en el mundo de los bienes raíces, la mezcla de estilos puede presentar desafíos al intentar preservar y adaptar edificaciones y, al mismo tiempo, satisfacer las demandas modernas.

Pero este tipo de retos no ha hecho sino activar la creatividad y lograr la coexistencia de distintos estilos y edificios emblemáticos, en una ciudad que abraza tanto su herencia, como su futuro. Cuando vayas por la ciudad, mirá para arriba y descubrí estos estilos arquitectónicos que conviven en Buenos Aires:

Academicismo: la elegancia clásica al estilo francés

En el desarrollo de Buenos Aires, el Academicismo dejó una huella marcada en la arquitectura. Este estilo, que se inspira en las formas clásicas de la antigüedad grecorromana, se manifiesta en edificios majestuosos con columnas corintias y detalles ornamentados. El Edificio Bencich en Córdoba 823, y la residencia Estrugamou en Juncal y Arroyo, son ejemplos emblemáticos de esta tendencia.

Art Nouveau: opulencia, curvas y detalles ornamentales

La llegada de este particular estilo a Buenos Aires tiene que ver con la intención de traer la nueva arquitectura que se desarrollaba en Europa a principios del siglo XX. Eran años de bonanza económica en nuestro país. “En ese momento Argentina se podía dar esos lujos y hacer lo mismo que se estaba haciendo en Europa, porque había un gran poder económico, eran los años más ricos y opulentos”, explica Izrastzoff.

Uno de los edificios con este estilo es el Palacio de los Lirios en el barrio de Balvanera, diseñado por el ingeniero Eduardo Rodríguez Ortega. Llama la atención por su fachada de líneas curvas, decorada con molduras de lirios y de hojas.

 “La imitación de la naturaleza estaba en el espíritu del Art Noveau: las plantas, animales, las formas curvas, herrerías de hierro forjados que imitan hojas. Ese era el motivo de inspiración, la naturaleza. Los ambientes son supercargados, medio oníricos. Era muy complejo de hacer y de tener, por algo no es el estilo que más se desarrolló”, aporta Izrastzoff.

Otro ejemplo del estilo, diseñado por el mismo Ortega, se encuentra en la esquina de Rivadavia y Ayacucho. El edificio de planta baja comercial y cuatro pisos, remata en una impresionante cúpula y una fachada con la inscripción en catalán “No hi ha somnis impossibles”, que significa “no hay sueños imposibles”.

También el Palacio Barolo, es testimonio de este estilo. Un edificio que combina elementos de la mitología india y la filosofía dantesca en su diseño.

Art Déco: líneas simples y formas rectas estilizadas

La llegada del siglo XX vio el surgimiento del Art Déco, un estilo que fusiona líneas modernas con detalles geométricos estilizados. En Buenos Aires, el Edificio Kavanagh de la calle Florida 1065, tiene varios detalles de este estilo. Otros edificios característicos del Art Decó son el Palacio Ducó y la Torre Mihanovich, en la calle Arroyo. 

Para el mercado inmobiliario, la adaptación de edificaciones Art Déco puede requerir un equilibrio cuidadoso entre la conservación de elementos originales y la incorporación de comodidades modernas.

Neoclásico: testimonios de la antigüedad clásica

La arquitectura neoclásica le dio a Buenos Aires muchos de sus edificios icónicos. Al hablar de este estilo es importante mencionar el edificio del Banco Nación, construido en 1955 por el arquitecto Alejandro Bustillo, uno de los principales exponentes de este movimiento estético en Argentina. Las columnas y el frontón del acceso toman inspiración en la arquitectura de los templos antiguos de Grecia, ya que la principal característica de este estilo es el tomar elementos del mundo clásico.

También lo podemos ver en la Escuela Presidente Roca, que se encuentra frente a Tribunales, fundada en 1903, y la Catedral Metropolitana, con su imponente estructura y columnas dóricas.

En el ámbito inmobiliario, la restauración de edificaciones neoclásicas implica la tarea y la inversión extra en la preservación de elementos arquitectónicos distintivos, para mantener la autenticidad del estilo.

Racionalismo: funcionalidad y simetría

A mediados del siglo pasado, el racionalismo hizo su aparición en Buenos Aires con sus líneas puras, destacando la funcionalidad y la simetría en el diseño arquitectónico. Aunque con líneas art decó, se considera al Edificio Kavanagh uno de los emblemas de este estilo, también el edificio de la CGT y el Palacio de los Deportes “Luna Park”.

La adaptación de edificios racionalistas a las funcionalidades modernas requiere de una planificación cuidadosa, aunque un tanto más sencilla que los estilos más ornamentados.

Estilos arquitectónicos que conviven en Buenos Aires: un tapiz arquitectónico que refleja la identidad porteña

Buenos Aires revela su carácter único a través de sus edificios, ofreciendo una experiencia arquitectónica que cautiva a todo el mundo que la visita. Además, la coexistencia de estilos crea un tapiz urbano que conecta historia y modernidad.

Los edificios no son estructuras estáticas, sino que acompañan la evolución y el dinamismo de la ciudad, por lo cual edificios necesitan ser readecuados. Para quienes se dedican a los bienes raíces, la adaptación de estas joyas arquitectónicas presentan oportunidades interesantes, aunque también, desafíos únicos.

Una de las tendencias inmobiliarias que tiene a los edificios de estilo como protagonistas es el flipping house. Por ejemplo, comprar a precio bajo edificios Art Decó o Art Noveau para transformarlos en residencias de lujo, especialmente en zonas premium. ¡Buenos Aires y su arquitectura siempre están en movimiento!

Por: Zonaprop

Imagen principal: Getty Images

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