De casas altas y bajas, con una y dos plantas, edificios lujosos, departamentos modernos, calles tranquilas y otras más transitadas, árboles y cemento, Villa Urquiza es un barrio completo, donde los vecinos aún sacan las sillas a las veredas para sentarse a charlar o tomar un poco de fresco.
Limitado por las Avenidas de los Constituyentes, Rómulo Naón y las calles La Pampa, Franklin D. Roosevelt, Tronador, San Francisco de Asís, Bartolomé mitre, Núñez, Galván y Republiquetas, Villa Urquiza es una barrio que ocupa 427 manzanas de superficie aproximada.
Los barrios linderos de Villa Urquiza son: Villa Pueyrredón, Saavedra, Coghlan, Belgrano, Agronomía y Villa Ortúzar. Por el lado de la Av. de los Constituyentes, limita con la Provincia de Buenos Aires, de cuyo territorio la separa la Av. General Paz.
Siendo una de las zonas más altas de la Capital Federal, Villa Urquiza tiene una población de, aproximadamente, 400.000 personas, que disfrutan y habitan el barrio en sus calles, sus numerosas plazas y plazoletas y también, en los sectores de más movimiento comercial.
Historia
El origen del barrio de Villa Urquiza está relacionado y estrechamente vinculado con la Empresa “Muelle de las Catalinas”, situada entre las calles Paseo de Julio (actual Leandro N. Alem) y Paraguay. Esta empresa compró una parte del terreno de lo que hoy es el barrio por la necesidad de rellenar la zona que era baja; la tierra se transportó hacia el muelle y una vez que estuvo rellenado el lugar, se vendieron los antiguos terrenos. Los planes para ese espacio alejado ya estaban trazados: una villa.
Así, en el año 1887, nació una villa conocida con el nombre de “Villa Catalinas” y, dos años más tarde, se habilitó la estación Las Catalinas del Ferrocarril, que iba de Buenos Aires a Rosario. Cercana a esta estación, entre las calles conocidas actualmente con los nombres Bucarelli, La Pampa, Triunvirato y Olazábal, se encontraba la Villa Modelo.
Para el año 1893, se inauguró la capilla de Nuestra Señora del Carmen. Allí, con el paso del tiempo, se erigió un nuevo templo.
El cambio de nombre de la Villa fue resultado de un pedido que hicieron los pobladores: la mayoría de los obreros que trabajaban en el “Muelle de las Catalinas” eran entrerrianos. Por este motivo, el 16 de Octubre del año 1901, en conmemoración del nacimiento de Don Justo José de Urquiza, su héroe, el barrio tomó el nombre de este general oriundo de la provincia de Entre Ríos.
Francisco Seeber, dueño de la empresa “Muelle de las Catalinas”, combatiente en la guerra el Paraguay e intendente de la ciudad de Buenos Aires entre los años 1889 y 1890, fue el fundador del barrio. Presidente del Ferrocarril Oeste, convivió con los inicios del barrio, cuando estaba dividido en tres pequeñas villas: Villa Catalinas, Villa Manzini y Villa Modelo.
Campos de tres importantes terratenientes de mediados del siglo pasado, Micaela Banegas, Juan Santillán y Roberto Sebastián, formaron parte del espacio que actualmente comprende el barrio de Villa Urquiza.
Los límites de la propiedad de la Señora Micaela Banegas estaban marcados por la costa del Río de la Plata (hasta las tierras de Manuel Linch), las calles Monroe y Congreso. De la calle Congreso a Republiquetas, la zona se conocía con el nombre de “La Siberia”. Cuando la señora murió, las tierras quedaron en manos de su yerno y más tarde de sus descendientes: el señor Francisco Cayol y Francisco Chas.
La porción adquirida por Juan Santillán se extendía desde Cramer hasta Artigas entre Olazábal y Monroe. Un tiempo después, el campo se vendió a Julio Caprera quien terminó fraccionándolo y vendiéndolo a Santiago Rolland y Emilio Agrelo.
Por último, las tierras de Roberto Sebastián ocuparon la zona que actualmente estaría delimitada por las calles Cramer, Avenida de los Constituyentes, entre La Pampa y Olazábal. Después de su muerte, sus familiares vendieron el predio y algunas fracciones fueron compradas por Vicente Chas, E. Lacroze y Pedro Delponti.
La población comenzó a asentarse en el lugar y fue Pedro Delponti quien emplazó su casa y un horno de ladrillos en la zona, convirtiéndose en uno de los vecinos más importantes del barrio.
Ya nombrado Villa Urquiza, no era sino un barrio pequeño y poco transitado. Comunicarse con el resto de la ciudad era dificultoso por la distancia, el estado de las calles y la falta de medios de transporte.
El ferrocarril, los servicios de coches a caballo, los carros, el caballo y las caminatas eran las únicas vías de contacto del precario barrio que fue Villa Urquiza en sus comienzos.
Servicios Públicos
Con respecto a los Servicios Públicos del barrio, cada uno de ellos tiene un lugar particular en la historia de Villa Urquiza. Hacia el año 1920, el agua se obtenía de los llamados “Pozos Australianos” y por muchos años, el líquido vital utilizado en la zona provenía de grandes excavaciones.
El alumbrado fue autorizado en el año 1889 junto con el servicio de limpieza. Para el 29 de Mayo del año 1902, en el diario La Nación podía leerse que la Compañía de Gas Río de la Plata había sido autorizada para prolongar sus cañerías hasta el barrio de Villa Urquiza. Para el 1900, se usaban faroles con kerosén, pero con la llegada del gas, la situación mejoró. Las cañerías individuales, el aspecto y la seguridad de las calles cambiaron notoriamente. Finalmente, apareció la iluminación eléctrica. Los cables llegaban a Capdevila y desde allí se desprendían los ramales destinados a las casas particulares. En el año 1923, se inauguró la Compañía Hispano Americana de Electricidad y tuvo 4.500 abonados. Para la década del 60, la iluminación con luces blancas sobre las calles, empezaba a extenderse por todo el barrio de Villa Urquiza.
El teléfono llegó mediante algunas líneas de la empresa Gower-Bell, por el año 1887.
Inicialmente, el Correo funcionó como estafeta postal en la Dirección General de Correos y Telégrafo. En el transcurso de los años, pasó por varios domicilios y quedó, en 1983, en la calle Monroe 5254.
En Villa Urquiza, se llevaban a cabo unas ferias, recordadas con el nombre de Ferias Francas, que convocaban a todos los vecinos debido a la gran cantidad de productos frescos y baratos que se conseguían. Con el paso de los años y las quejas de los vecinos, la feria desapareció para transformarse en Mercado.
Los primeros policías de la zona pertenecían a la Comisaría 23ª del pueblo de Belgrano. A caballo, recorrían el barrio llevando a cabo su tarea. A causa del crecimiento de la población, en el año 1893, se estableció un destacamento en el barrio y se puso a cargo a un oficial inspector. Dos años más tarde, se fundó la Sub-comisaría y luego, la seccional 31ª. En el 1914, la zona había crecido grandiosamente por lo que se solicitó refuerzo de agentes a fin de abarcar todos los sectores y contrarrestar a los malvivientes.
Para el año 1921, los números de las comisarías cambiaron y la comisaría pasó a ser la 39ª.
Aunque Villa Urquiza siempre fue un barrio tranquilo, actualmente, cuenta con un ejemplar servicio de vigilancia.
Los vecinos pelearon, desde los comienzos del barrio, por tener un destacamento de Bomberos en el lugar. Antiguamente, los grandes incendios destruyeron fábricas, licorerías, pinturerías y otras empresas menores. En el año 1923, en la comisaría 39ª, se colocó un pelotón de seis hombres que funcionaría como el escuadrón de bomberos.
Calles
La mayoría de las calles del barrio de Villa Urquiza tuvieron otro nombre hasta el año 1904. En ese momento, y continuando en los años siguientes, empezaron a cambiar y a reconocérselas bajo otras denominaciones. La conocida calle “Franklin D. Roosevelt”, pasó a llamarse “Guanacache”, la calle “Doctor Pedro Ignacio Rivera” se llamó “Beredero”,“Altolaguirre” tenía el nombre de “Berbeo”, la “Avenida Triunvirato” era conocida como “La Octava” y más tarde como “Corrientes”, la “Avenida de los Constituyentes” se llamó “Camino a San Martín” y “Avenida Libertad”, la calle “Tomás Le Bretón” se llamaba “Mar chiquita”, la Avenida “Congreso”, “General Bosch”, y la Calle “Aizpurúa”,“Galán”.
Centro Industrial
En los inicios del barrio, cuando todo era campo, la principal fuente de recurso para los pobladores era la ganadería y la agricultura. A pesar de esto, los hornos de ladrillo comenzaron a levantarse y de a poco, se instalaron industrias y fábricas de gran renombre como la “Cooperativa Cristalera”, la “Cooperadora Tabaquera Italiana Francesa” y la “Panificación y Fidería”, entre otras.
Además del crecimiento lógico que se sucedió en el barrio, la aparición de pequeños comercios minoristas, como la Pulpería “La Reja”, contribuyó al desarrollo de Villa Urquiza y favoreció las relaciones entre vecinos ya que fue un lugar ideal para reuniones entre ellos.
Al repasar la historia, la construcción de edificios y el desarrollo social de Villa Urquiza, las diferencias entre su pasado y su presente son abismales. El barrio ha crecido firme y notoriamente; es un lugar, donde vale la pena vivir.
Iglesias
En los primeros días del barrio, la faceta católica dependía del cura Párroco de Belgrano pero, a medida que la población fue creciendo, se le hizo muy difícil atender a todos. Por tal razón, el Arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires autorizó, en el año 1891, que se creara un templo en la zona.
La piedra fundamental fue colocada en la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, ubicada sobre la Avenida Triunvirato 4940. Allí, en el año 1893 se erigió la primera capilla. Modesta, contaba con una torre, una sola nave, dos campanarios y un presbisterio.
El Padre Ruano fue quien, en el año 1903, tomó posesión de la parroquia y modificó su estructura arquitectónica. Dieciocho años después, se le agregó la torre y, mucho más adelante, se obtuvo el órgano. Para el 1950, fueron festejadas las bodas de oro del Padre quien, un año más tarde, fallece. Sus restos aún descansan en el templo.
Luego, es el Padre Amato quien inició la construcción del colegio, que actualmente cuenta con jardín, primario y secundario.
Las otras iglesias y parroquias más conocidas de la zona son La Iglesia de San Patricio, la Parroquia de Jesús Misericordioso, la Parroquia Espíritu Santo, la Parroquia Nuestra Señora de Belén, la Parroquia Nuestra Señora de la Anunciación, la Parroquia San Alfonso y la Parroquia Nuestra Señora del Carmen.
Escuelas
Los señores Seeber y Agrelo fueron quienes se encargaron de que la primera escuela mixta local se llevara a destino en el barrio de Villa Urquiza. En el año 1888, se inauguró la Escuela Coronel de Olavaria.
Para el año 1889, la escuela contaba con muchos alumnos y, como la propiedad era inadecuada como lugar para la enseñanza, la escuela se trasladó a las actuales calles Pedro Ignacio Rivera y Colodrero. Luego de seis años, la escuela volvió a trasladarse ubicándose en la calle Triunvirato al 5001. En 1940, el edificio fue refaccionado por completo.
Otras escuelas importantes para Villa Urquiza y su historia son: la Escuela Juana Manuela Gorriti, la Escuela de la conservación de la Fé, el Colegio Pasteur, la Escuela de la Provincia de Buenos Aires, la Escuela Manuela Albarracín, la Escuela número 11 del Consejo Escolar 16, la Escuela Nocturna, la Escuela número 11 del Consejo Escolar 15 y la Escuela Horacio Mon.
Plazas
La principal plaza del barrio de Villa Urquiza es conocida con el nombre de Plaza Echeverría y, además de ser un espacio clásico para el encuentro, es donde se festejan los acontecimientos importantes tanto patrios como otros de sólo entretenimiento. Con una superficie de casi diez metros cuadrados, la plaza está ubicada entre las calles Rivera, Bauness, Nahuel Huapi y Capdevilla. En su centro cuenta con un monumento del General Urquiza, realizado en granito Rosado, con forma cúbica y un juego de agua que representa los ríos Paraná y Uruguay
Entre las calles Miller, Monroe, Valdenegro y las vías del Ferrocarril Mitre funcionó, desde 1875 hasta 1898, un cementerio que fue clausurado y en el terreno terminó por construirse la Plaza Marcos Sastres, en homenaje al escritor del mismo nombre que había estado enterrado en ese lugar.
Además, también está la plaza “Paseo de la Paz” y otras plazoletas como la de “Villa Catalina”, “Pascual Contursi” que le dan al barrio de Villa Urquiza los espacios verdes necesarios para oxigenarse de tanta ciudad.
Otros establecimientos
Además, Villa Urquiza cuenta con otras corporaciones de gran importancia que dan clase y categoría al barrio. Entre éstas se destacan: la Biblioteca Sarmiento(es una de las más populares del país por contar con ochenta mil ejemplares de variados temas), el Cinematógrafo, los cines Edén Palace, General Urquiza, Supremo, Cine Teatro 9 de Julio y Cine Teatro 25 de Mayo. Las Asociaciones de Fomento Vecinales, los Clubes Sociales como “Opeai italiani”, el “círculo general Urquiza” y el “Club Social y Deportivo Pinocho”; el Centro Cultural de “Belgrano R”, el Centro Cultural Villa Urquiza, el centro Cultural Roberto Santero, la Biblioteca Brigadier General Cornelio Saavedra.
Con respecto a los Comercios, Villa Urquiza es un barrio que contó, desde sus orígenes, con grandes establecimientos industriales que favorecieron la urbanización. Entre estos comercios, estuvieron la gran fábrica licorera “Pedeflous”, la Sociedad Cooperativa de Cristalería, la Fábrica de Cigarros “Avanti”, el negocio de semillas “La Germinadora”, y otros negocios antiguos como la rotisería “Ricardito”, el almacén “La Buena Medida” y la pinturería “La Unión”.
Villa Urquiza, barrio potente y seductor, luchó por no desaparecer ante la construcción de la famosa autopista. Siguió creciendo sin perder su estilo, sus calles tranquilas y sus lugares típicos. Con espacios verdes y bien comunicado, es un barrio de la ciudad con una importante actividad de la construcción, un gran movimiento cultural y numerosas plazas que dan la certeza de que vivir allí es una oportunidad imperdible.
Propiedades en Villa Urquiza
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