Skip to main content

Por ser más eficiente y más rápido, este tipo de construcción modular se volvió muy popular, especialmente en los barrios cerrados y countries. De qué se trata y qué ventajas tiene.

Declarado sistema tradicional a inicios de 2018, el Steel Frame gana terreno dentro del sector  a pasos agigantados por varias características que lo vuelven muy atractivo. La principal: es mucho más rápido.

Pero, primero lo primero: ¿qué es el Steel Frame? El Steel Frame es un sistema abierto de construcción en seco que se caracteriza por su flexibilidad, durabilidad y eficiencia energética. Su estructura está compuesta por perfiles de acero galvanizado de bajo espesor que, junto a una cantidad de subsistemas (de estructura, aislación, división y terminaciones), funciona como un conjunto. 

Es un modelo abierto que se utiliza como estructura portante de edificios de todo tipo, fachadas y entrepisos, y en el que los materiales no requieren conglomerantes húmedos. Como se trata de procesos muy industrializados, los proyectos pueden ser desarrollados de manera mucho más ágil y eficiente: desde el sector calculan que se puede construir un 70% más rápido que una obra húmeda tradicional

Otro gran beneficio es que su proceso industrial permite calcular de antemano todos los materiales necesarios y reducir la incidencia de la mano de obra, lo que genera eficiencia en los costos.

Además, es un tipo de construcción que queda muy alineado con las nuevas tendencias de sustentabilidad. Al utilizar materiales precortados se genera un menor desperdicio y la mayoría de los materiales intervinientes son 100% reciclables, como es el caso de los perfiles de acero galvanizado.

La durabilidad de los materiales mantiene las construcciones intactas durante décadas y la aislación térmica, acústica y la eficiencia energética son atributos que reducen los costos de calefacción y acondicionamiento de los edificios. Se estima que una obra de Steel Frame reduce el consumo de energía en un valor promedio de 60% comparado con una húmeda. 

Suscribite a nuestro newsletter

Una tendencia ya instalada

El Steel Frame no es algo nuevo, sin embargo hoy es protagonista y es cada vez más demandado. “El Steel Frame tiene más de 30 años en la Argentina, pero es cierto que en los últimos 10 crece sostenidamente su participación de mercado como sistema constructivo. Hoy por más que la industria de la construcción tenga sus altibajos, el sistema viene creciendo como sustitución del ladrillo”, explica Luis Di Palma, CEO de Steel Tech Group. 

Luego de la pandemia y el consecuente interés de cada vez más personas por mudarse a countries y barrios cerrados, el Steel Frame vio una nueva demanda. “Se vio mucho movimiento. Hubo mucha venta de lotes en las afueras de la ciudad y eso motorizó mucho la construcción en todos los ámbitos. El Steel Frame sigue creciendo a la velocidad que crece la construcción, pero además le saca mercado al ladrillo”, explica el CEO de la compañía que ya tiene 5 años en el mercado. 

El factor tiempo en esta ecuación también es fundamental. Este sistema permite tener una casa de 200 m2 resuelta en entre 4 y 6 meses, según calcula el experto.

Según Di Palma, hoy el Steel Frame está fundamentalmente consolidado en el segmento de viviendas unifamiliares, en mucha variedad de tamaños, y en todo el país, aunque ellos notan especial interés en Buenos Aires, Santa Fe y Mendoza, esta última provincia lo busca por ser un sistema liviano y muy beneficioso en zonas sísmicas.

Di Palma agrega que también ve un público creciente entre las familias más jóvenes que prefieren sistemas de construcción más amigables con el medio ambiente. “Es un sistema con una buena performance térmica, lo que hace que se necesite menos refrigeración y calefacción. Eso está penetrando muchísimo en la casa joven, en un rango etario de menos de 45 años que se interesa por tener una eficiencia térmica porque es más sustentable. Es un sistema constructivo de baja huella de carbono per se. Acá partís de acero que es 100 por ciento reciclable o incluso reciclado”, agrega.

La ventaja de utilizar un sistema con Steel Frame es que brinda un espacio entre montantes de acero que naturalmente sirven para alojar aislantes térmicos y reducir notablemente el pasaje de calor a través del panel, sin incrementar el espesor del muro. “Esto ayuda a mantener el calor en el interior del edificio durante períodos invernales y a reducir su ingreso en verano, hasta un 60% en comparación con otros sistemas constructivos. Por esta razón y por su alto nivel de eficiencia energética, estos prototipos resultan ideales para el desarrollo de viviendas”, explican desde Barbieri, uno de los principales jugadores del mercado.

A su vez, si el sistema de construcción en seco posee un sistema EIFS (Exterior Insulation Finish Systems, que traducido al español significa Sistema de Aislación Exterior y Acabado final) el cual permite ubicar en Steel Frame la mayor capacidad de aislación térmica desde el lado externo de los muros, a través de una envolvente aislante continua, combinada con una sucesión de capas de terminación y resistencia mecánica. “Esto nos permite que esta solución cumpla un rol fundamental en la optimización de recursos, impactando de forma positiva en el etiquetado, reduciendo el IPE (un producto de acero)”, complementan desde la firma. 

Su alta eficiencia energética hace que, según Di Palma, el Steel Frame pueda convertirse en un gran aliado a la hora de pensar los grandes desafíos del futuro. “Sabemos que Argentina tiene un problema energético grave y un déficit habitacional enorme. Con mirada a largo plazo el Steel Frame tiene una gran oportunidad para colaborar con la mitigación del déficit habitacional. Pero eso se queda en el slogan si en el futuro no hay condiciones de crédito u obra pública que permita trabajar en el atendimiento de ese déficit”, augura Di Palma.

Por: Eugenia Iglesias.

Imagen principal: Etienne Girardet para Unsplash

Compartir

Leave a Reply

Recibí las últimas novedades del mercado inmobiliario