Si bien no hay una gran oferta, los barrios cerrados ganan protagonismo en la Costa Atlántica. La mayoría de los compradores buscan una casa de veraneo, pero con servicios y comodidades. También, hay un público que decide radicarse en la ciudad balnearia.
Los lotes fueron sin lugar a dudas los ganadores del 2020. Sobre todo aquellos ubicados en los countries de zona norte y los más próximos a la Capital. Y es que la pandemia impulsó un cambio de vida: la elección de espacios verdes y ambientes más amplios cobraron valor durante el confinamiento y el precio histórico a la baja del metro cuadrado para construir dinamizó este mercado. En este marco, los barrios cerrados de la costa bonaerense tomaron aún más fuerza con precios tentadores y apenas a minutos del mar.
Con el comienzo del verano, el partido de Pinamar recibió récord de pedidos de radicación. Según datos de la Secretaría de Turismo, al lanzar un programa para incentivar que la gente elija la ciudad balnearia para vivir los 365 días del año, tuvieron un aluvión de 300 pedidos en sólo 15 días. “Las consultas para radicarse en la ciudad se han multiplicado en los últimos meses. No solo para establecerse definitivamente, sino también como lugar de alternancia. Pasar gran parte del año entre nuestros pinos y el resto en el lugar de origen”, indica German Balmoral, dueña de la inmobiliaria que lleva su nombre en Pinamar.
En noviembre, ni bien la Secretaría de Turismo divulgó el programa para incentivar la elección de Pinamar como ciudad para vivir de forma permanente, hubo un boom de consultas y los números sorprenden. “En los últimos cuatro meses recibimos más de 500 pedidos de familias para radicarse en Pinamar. Muchas ya lo empezaron a hacer porque están alquilando de forma permanente”, explica Juan Ibarguren, Secretario de Turismo de la Ciudad Balnearia.
“Hay pocos barrios cerrados dentro del partido de Pinamar, por ende la oferta es escasa en relación al resto”, menciona el especialista. Poco a poco la oferta va creciendo y ya en la ciudad planean seguir avanzando con este tipo de emprendimientos. “Vemos que hay mayores consultas y, también, operaciones de compra-venta tanto de propiedades construidas, como de terrenos baldíos”, remarca Balmoral
Pinamar contempla los destinos de Cariló, Valeria del Mar y Ostende. En total viven 45 mil habitantes durante todo el año y está constantemente en expansión. El principal público interesado en instalarse son los porteños que deciden cambiar de estilo de vida, no sorprende que sea esta la zona favorita de la costa bonaerense. Los datos de ocupación hotelera muestran una diferencia más que marcada. Mientras en enero en Mar del Plata la ocupación rondó el 60% en promedio, en Cariló tuvo picos de 100%, con una media entre los cuatro destinos del 80%.
“El público que compra en barrio cerrado es el que quiere seguridad. El que ya está viviendo en uno no cambia de estilo de vida y el que nunca vivió en uno lo prefiere por las bondades que otorga cada complejo”, profundiza Balmoral.
La demanda de este tipo de propiedades ya venía en crecimiento, pero para los especialistas no hay dudas de que el boom se dio durante la cuarentena. “La pandemia sin duda ha impulsado las consultas y concreción de operaciones, no solo en barrios cerrados sino en general. Pinamar ofrece una calidad de vida muy particular y cada vez más gente se da cuenta de los beneficios de vivir en este lugar”, destaca.
Para Gerardo Gioiello, CEO de G&G Brokers, que trabaja en el balneario de Pinamar: “Hubo mucha demanda de consulta durante la pandemia el año pasado, pero se ve más reflejada la concreción de la venta a partir de fin del año pasado a la fecha”. Y si bien muchos son los que quieren radicarse en Pinamar, el público que hoy decide invertir en la ciudad busca, principalmente, una casa para los meses de verano. “La diferencia con respecto a Buenos Aires es que la gran mayoría busca una propiedad para disfrutar estivalmente”, agrega y concluye que dependerá de los amenities con los que cuente el inmueble la posibilidad de disfrutarlo anualmente.
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Costos
En cuanto a valores, a pesar de ser más económicos que los clásicos barrios cerrados de zona norte, Pinamar es de las más caras en la costa bonaerense. “Los precios promedio de lotes en barrios rondan entre U$S80 y U$S 120 por m2 y en construcciones dependerá de cada inmueble, pero se puede conseguir una muy buena casa desde los U$S 280.000”, ejemplifica Balmoral que, por último, añade que “se puede construir a partir de los U$S 700 por m2”.
En zona norte, según datos de Esteban Edelstein Pernice, director de Castex Propiedades, existen “lotes desde U$S 30.000 hasta U$S 500.000, dependiendo por supuesto del barrio”. Además, desarrolla:“Viene super bien el mercado de compra-venta, con muchísima demanda y ventas en Puertos, Nordelta y muy exitoso el lanzamiento de Azzurra en Pilar”.
Imagen principal: Juan Cruz Mountford para Unsplash
Por: Belén Fernández.