Tras la última modificación al régimen de donaciones, las operaciones aumentaron un 300% y se presentan como una alternativa atractiva en el mercado que se vuelve a activar.
Un informe del Colegio de Escribanos reveló que las donaciones crecieron un 300% durante el primer trimestre de 2020, a diferencia del año anterior, y aseguran que donar “vuelve a ser seguro”. Se trata de 2053 donaciones que indican que, además del aumento interanual, se duplicaron los números que regían previo a la sanción de la reforma que convirtió estos actos jurídicos en observables a finales del año pasado. La institución ya auguraba los efectos positivos de la reforma, que incluían una dinamización de las propiedades que estaban paralizadas con la ley previa.
En ese sentido, entre 2004 y 2015, el primer trimestre acumulaba un promedio de 1000 donaciones y los años siguientes tocaron piso con solo 500 escrituras donatarias. Además, los registros reflejan que los totales de los años con mayor cantidad de donaciones rondaban las 7000 u 8000, por lo que el comienzo de 2021 es una esperanza para la época compleja que viene atravesando el mercado.
La reforma
En noviembre del 2020 la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad un cambio de cuatro artículos del código civil la ley de donaciones (Ley 27.587). Este avance permitió superar el código de 2015 que afectó, y en algunos casos detuvo, el tráfico inmobiliario, donde los títulos eran observables durante 5 o 10 años después de la muerte del donante por si existía otra persona heredera afectada por la legítima, una parte de la herencia que corresponde por ley a los herederos forzosos. “Si yo le iba a comprar una propiedad a ese hijo, no la terminaba comprando porque podía venir un tercero y decir que esa donación era objetable, cuando comprabas había un riesgo legal muy grande”, afirma Daniel Bryn, titular de Invertire Real Estate. A su vez, dificultó la venta de las propiedades y su utilización como garantías.
Asimismo, en el 2015 hubo un cambio que ya había favorecido las donaciones. “En el año 2015 se modificó el Código Civil y permitió que de poner donar una quinta parte de tu patrimonio ahora se puede donar una tercera parte”, cuenta Bryn.
Sin embargo, la medida de objeción era una barrera para las operaciones. “Después de la sanción del Código en 2015, las donaciones se redujeron a la mitad porque la gente temía que ese inmueble fuera objeto de conflicto en el futuro”, explica Carlos Allende, el presidente del Colegio de Escribanos. “Y otro dato es que los bancos también dejaron de aceptar a un bien donado como opción para una compra a través de crédito hipotecario”, agrega. A través de la modificación, se posibilitó nuevamente donar a hijos y a cualquier persona sin que el título sea objetado y la comercialización del inmueble.
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La inmovilización de las propiedades era uno de los obstáculos que afectaba a todo el mercado. “Destrabado ese inconveniente legal, al poder trasmitir esa propiedad conforme su voluntad a sus descendientes, estos dejaban de alquilar y, en el caso de que el inmueble recibido no le sea conveniente por la zona o por el tamaño, ahora lo pueden vender rápidamente sin objeciones y comprar otro con ese dinero, movilizando así el mercado”, explica el escribano Ezequiel Cabuli.
“Este bien en manos de descendientes hijos o nietos jóvenes los impulsa a generar un valor sobre ellos, pueden arreglarlos y venderlos y eso genera movimiento de quien lo compra que a la vez vende su propiedad”, asevera Cabuli. Por su parte, Bryn señala que el gran cambio viene de la mano de agilizar, hacer más transparente y más barata la donación impositivamente.
Carlos Allende señala como positivo que “se haya recuperado la planificación sucesoria de los bienes a través de esta herramienta útil para las familias”. En esa misma línea, Daniel Bryn concluye: “Estas donaciones herencias lo que van a permitir es que la gente planifique de mejor manera de ahora en más y que no tengan riesgos legales”.
Imagen principal: Andrea Leopardi para Unsplash
Por: Mora Violante.